LA CARACHUPEADA: DANZA TRADICIONAL DE LOS KECHWA LAMISTAS

COMUNIDAD NATIVA DEL WAYKU  - LAMAS – AMAZONIA PERUANA

Las Danzas Ancestrales nos brindan un acercamiento a nuestra Identidad Cultural, incrementan nuestra energía y lucidez Mental, nos conectan con nuestro propio Guerrero Interno, conciente de sí, de todo ser vivo, en dichas danzas agradecemos a los elementos naturales, a todo ser vivo en nuestra amazonia.

“El monte tiene su sonido, el viento su música: el muyuhuayra (viento arremolinado en kechwa local)  es una danza. ¿No pues suena cuando corre el viento entre los arboles? ¡Esa es su música y danza…!” Nos comenta don Purificación Cachique, con una mirada perdida en el tiempo.

“Cuando tu cuerpo es curado, los animales, son tus hermanos, hasta tu tambo (vivienda pequeña construida en la chacra o en el monte) se van. La carachupa (armadillo) en un árbol está cantando, se acercan cantando y revoloteando, de allí se agarra su música y su baile, pues uno mismo se está monte…afirma Medardo Sangama, de 85 años de edad.

“Cuando se toma purga para danzar las carachupeada, el animal se hace tu amigo, hasta el supay (diablo) es tu amigo. Todas las danzas y en espacial la carachupeada que entonamos en el tambor  y pífano (flauta de caña) es lo que escuchamos en el monte. Del monte vienes a tu casa y allí entonas, sino olvidas. Debes tener buena cabeza para acordar lo que oyes en el monte….nos dice don Simeón Sangama.

La comunidad del Wayku, ostenta el privilegio de conservar una serie de danzas ancestrales; todas ellas cuentan, al menos, con varios cientos de años de antigüedad, pero su origen es, seguramente, mucho más remota. Una de sus particularidades es que los bailarines, muy especialmente los hombres, lucen trajes confeccionados de materiales del bosque, como hojas y otros.

Los Kechwas Lamistas, son buenos bailarines. La danza de Carachupeda, que tiene su origen ancestral; que representa la pasión, el vigor y refleja la identidad de los indígenas; un homenaje y gratitud a la sachamama (madre naturaleza) por brindar alimentos a sus pobladores a través de la caza; la danza está representado por jóvenes; quienes hacen una promesa a la virgen de San Rosa; visten atuendos confeccionados de hojas de plátano seco; con la finalidad de representar al armadillo o carachupa (cara de cola); salen de la casa del primer cabezón; para luego recorrer las calles tradicionales de la comunidad; creando alboroto y alegría en la gente.

“Cuando Danzo siento que danzo sobre las huellas de mis Antepasadas. Me siento conectada conmigo misma y con aquellas que están a mi lado. Siento felicidad y gratitud por ser, simplemente, parte del círculo, absorben el parloteo de nuestra mente…” Rubén Sangama Sangama.

La danza, se ha transformado paulatinamente en la carta de presentación cultural de la comunidad. Dado que sólo se baila los 31 de agosto de cada año; en su fiesta patronal; el turista que visita la comunidad en épocas de fiesta, quedará impresionado con un espectáculo único y ancestral.