LA MUERTE DEL BUFEO COLORADO
Ginito ¿ya vuelta eres demento?, ¿o shingurado
nomás eres?
No Matusho, no estoy loco ni estoy embrujado,
sino que estoy pintando mi interpretación de la muerte de un Bufeo Colorado.
No valles a matar al Niño Tomasito de Lamas.
No Matusho, ese Niño sheretero segurito estará
con alguna Sirena en el Río Huallaga, yo, ahora, estoy plasmando en este lienzo
de lino que compré en El Cairo (Egipto) una historia que, ñaupa tiempo, escuche cerca de Flor de Punga, un pequeño
pueblito a orillas del Rió Ucayali, donde tengo unos parientes.
Alquisho entonces eres.
¡No!, Matusho, no soy chismoso ni escucho
chismes sino Mitos Amazónicos y los plasmo en mis pinturas.
Pero, no estarás creyendo esas cosas.
Yo creo en todo lo que siento, aunque mis ojos
no lo vean, por eso en que pinto para compartir lo que siento con todos los
demás.
Cuéntame pues entonces, mi generoso Urcosapa.
Escucha Matusho, dicen, que a diferencia del
Niño Tomasito de Lamas, ese viejo-niño que se convierte en Pukadolphin (Bufeo
Colorado), para enamorar a las Sirenas del Río Huallaga, los Bufeos Colorados
se convierten en hombres que secuestran mujeres, sobre todo vírgenes y las
llevan al reino que está debajo de la piel de los ríos y las convierten en bufeas.
Nadie sabe cuando nacen los bufeos ni cuanto
tiempo viven. Dicen que ellos mueren cuando deciden hacerlo. En las noches
cálidas y tranquilas, quien decide morir es porque ya cumplió su deber de
procrear y de haber amado una muchacha joven. Los bufeos jóvenes cantan debajo
de las aguas canciones tristes y letanías que llaman a los peces, boas y otros
habitantes de las aguas a fin de acompañar y despedir al bufeo que se va. Es
rodeado por mijanos enteros de peces de todas las especies y tamaños y van por
los diferentes ríos cantando, llorando en coros polifónicos durante noches
enteras hasta que en la última luna, esa que parece una sonrisa en el cielo, es
que el Bufeo Colorado muere, extinguiéndose poco a poco hasta desaparecer en el
fondo del río.
Esa es la historia mi querido Sacharuna, y
esta es mi interpretación.
Bien lindito es, pero no tanto casi creo que
el Niño Tomasito valle querer morir así, ese niño buchisapa ha hecho un pacto
con su padre el Ñakakuy para no nunca envejecer y seguir por siempre
llullampeando, con su cara de niño, a
las huambrillas de Lamas.
Gino Ceccarelli nació en la Amazonía en 1960 y
estudió artes plásticas en Iquitos y Lima (Perú), Washington DC (USA) y Paris
(Francia). Ha participado en numerosa exposiciones colectivas en más de una
veintena de países y ha realizado decenas de exposiciones individuales en
reconocidos Museos y Galerías del Mundo. Sus obras se encuentran en importantes
colecciones en Asia, Europa USA, Latinoamérica y por supuesto en la Galería Auditorio
del Hotel Puerto Palmeras en Tarapoto, que lleva su nombre.
Glosario Regional:
- Demento: Loco, demente.
- Shingurado: Embrujado.
- Matusho: Martín
- Niño Tomasito: Personaje Niño-Viejo de la mitología contemporánea de Lamas.
- Sheretear: Enamorar.
- Ñaupa Tiempo: Hace mucho tiempo.
- Alquisho: Chismoso, alcahuete.
- Urcosapa: Persona de frente ancha.
- Pukadolphin: Bufeo Colorado.
- Sacharuna: Duende Burlón protector del monte.
Escrito por Carlos a. González Henríquez - Cacique de Kanchiskucha
Comentarios
Publicar un comentario